En la actualidad, la mayoría de los compresores deben utilizar aceite lubricante cuando funcionan, lo que inevitablemente provoca impurezas de aceite en el aire comprimido. Sus principales componentes son compuestos de hidrocarburos, que afectan el uso del aire comprimido en procesos posteriores. Por tanto, el contenido de aceite en el aire comprimido es uno de los indicadores importantes en sus estándares de calidad.